Desde la organización del Foro Internacional de Innovación Social charlamos con Lurdes Vidal, Directora del Departamento del Mundo Árabe Mediterráneo (IEMED). La integrante del del Comité académico que también es colaboradora habitual en diversos medios y profesora es en la Universidad de Barcelona, destaca que es necesario que la comunidad musulmana halle su voz y su espacio en el discurso público, “no solo en tanto que musulmán/a sino en calidad de ciudadanos/as que manifiestan sus opiniones”.
¿Cuál es su mirada hacia el actual modelo de migraciones?
Es desgraciadamente una mirada crítica, no hacia el fenómeno de las migraciones, sino más bien hacia cómo se gestionan desde Europa. Creo que en la base de todo subyace aún una idea de que los flujos migratorios son algo puntual, coyuntural y extraordinario, y que se pueden evitar. El ser humano ha migrado y seguirá migrando por diversos motivos, cada vez más acuciantes. La idea debería ser cómo hacemos que este camino sea mejor para todos, los que migran y los que reciben migrantes. También me parece perversa la idea de establecer categorizaciones respecto a los denominados “migrantes económicos”, especialmente en un momento en que la línea entre el desplazamiento forzoso y el voluntario es cada vez más fina.
Este foro llega bajo el lema “Migraciones: en sintonía reiniciamos el sistema”, ¿cree que desde el deseo colectivo y la intervención eficaz desde distintos ámbitos sociales es posible conseguirlo, un sistema justo y humano de migraciones?
Tengo claro que sin esta intervención de la sociedad no será posible lograr un sistema más justo y humano y es por ello que es más importante que nunca actuar de conciencia colectiva cuando los marcos institucionales no dan una respuesta adecuada. Por tanto, se trata de concienciar pero también de actuar, no solo para colmar los vacíos que deja el actual modelo de gestión, sino para denunciar, reclamar y promover un sistema mejor.
¿Considera que espacios como este foro pueden ayudar a crear y fortalecer iniciativas y procesos de colaboración innovadores y transversales para la integración de las personas migrantes y refugiadas en Europa?
Este tipo de foros son esenciales para generar una agenda social que pueda transformarse potencialmente en una agenda política. Si no hay debate, si no hay cuestionamiento, si no hay masa crítica movilizada, difícilmente podremos influir en las políticas migratorias. Por otro lado, es esencial trabajar en red, establecer complementariedades, conocer el trabajo de otros y aprender a mejorar nuestra acción mediante el aprendizaje y el intercambio. Este foro logrará no solo que suene la música, sino que los distintos actores sociales bailen de forma más sincronizada y acompasada, para que así podamos ser más efectivos conjuntamente y también en nuestras respectivas áreas de trabajo.
En la última década se ha producido un especial aumento de la islamofobia, ligado también al incremento de movimientos de extrema derecha y antiinmigración. ¿Cómo podemos desde la ciudadanía desafiar las narrativas existentes que naturalizan esta discriminación contra la comunidad musulmana? ¿Y qué medidas son necesarias para combatir el discurso islamófobo de medios de comunicación y autoridades políticas?
De entrada es muy importante reconocer y dar a conocer el problema, puesto que la islamofobia sigue siendo hoy un fenómeno cuestionado, muchas veces silenciado bajo el manto de otras discriminaciones. Sin embargo, es muy importante normalizar la realidad, la diversidad y la pluralidad de las personas musulmanas en Europa. Es fundamental que esta pluralidad halle su voz y su espacio en el discurso público, no solo en tanto que musulmán/a sino en calidad de ciudadanos/as que manifiestan sus opiniones. Más que confrontar narrativas, desde el Observatorio de la Islamofobia en los Medios hemos constatado que la concienciación de los profesionales del periodismo y de los medios en cuanto a su responsabilidad surte efecto. También hemos constatado cómo funciona la teoría de los “vasos comunicantes”: las mejoras en los medios de comunicación pueden desencadenar mejoras en otros ámbitos, como el institucional, y viceversa. Por ello debemos incidir desde múltiples ángulos y de forma transversal. La persistencia de la islamofobia de género apunta a que es necesaria la transeccionalidad en el análisis y la lucha contra la islamofobia. Queda mucho camino por recorrer, pero la experiencia de los últimos dos años y medio en el Observatorio nos indica que el cambio es posible y nos anima a seguir trabajando para desactivar un discurso criminalizador y estigmatizante respecto al islam y los musulmanes.